top of page

10 años del EP de Velódromo y una historia no contada

Actualizado: 17 abr

Allá por 2013 conocí a Gustavo Von Dem Bussche y Sebastián Gaete, nos reunimos en una cafetería. Tenían ganas de trabajar en un EP indie/alternativo y buscaban un productor para hacerlo realidad. Hicimos buen match en cuanto a ideas y quedamos de seguir en contacto.


Pasó un tiempo en que no supe más de ellos, pero luego, en 2014, me contactaron para contarme que la banda ya estaba casi completa. Con Gustavo y Seba en las guitarras, Barbara en el bajo y Ale en la batería. ¿Y el vocalista? No había.


Seba, Barbara, Gustavo y Ale
Seba, Barbara, Gustavo y Ale

Recuerdo que existían planes para incluir a una chica, pero al final, no se concretó nada. Lo cierto es que ya no había tiempo que perder y había que comenzar a trabajar. Así que nos pusimos manos a la obra.


Tenían dos canciones bastante armadas (Atila y Catedral), una canción a medias y unos bocetos para otra que aún no tenía forma.


Realmente, todo estaba por hacer, pero había un hambre por crear algo genial que era contagiante. De hecho, la banda confiaba en mí y se sentían muy seguros de trabajar conmigo. Eso fue genial, porque creo que esa confianza permitió que la magia de la producción realmente fluyera.



Éramos un equipo de veinteañeros entre 22 y 24, con el sueño de crear la próxima banda indie que dejaría huella en la escena.


La banda apenas se estaba formando, realmente se estaban conociendo. Todo era diversión, estábamos experimentando al máximo con el shoegaze, con todo el hype de My Bloody Valentine, que recientemente había lanzado un nuevo álbum después de 22 años de haber sacado Loveless.


Todo se trataba de hacer cadenas enormes con pedales y grabar todo microfoneado desde un amplificador. Honestamente, no tengo idea de la cantidad de combinaciones que hicimos, simplemente movíamos todo lo necesario en los knobs hasta encontrar el sonido que funcionaba bien para la producción.



La nueva vocalista


Grabamos la primera canción, Atila, y le pedimos a Barbara que intentara grabar algunas voces. Aunque siendo del signo de Géminis, era bastante tímida, nosotros le decíamos: “¡VAMOS, DALE, TÚ PUEDES! ¡PRUEBA GRABAR LA VOZ!”. Estaba nerviosa, además de ser su primera vez grabando algo así.


Finalmente se animó, probó cantar unas líneas melódicas que Gustavo había compuesto, yo le di un poco de coaching vocal, grabamos unas tomas, le metí compresión y reverb, y la hicimos sonar en los monitores para que todos escucharan. Y PAF... ¡Wow! Sonaba increíble, el concepto tenía todo el estilo shoegaze/indie/alternativo/hipster de 2014.


Todos quedamos flipando: “¡TENEMOS VOCALISTA!”. Barbara creo que apenas podía creerlo, ella era la chica introvertida que tocaba el bajo. Bueno, ahora sería la frontwoman. Era perfecto para el concepto que estábamos desarrollando. En ese momento, la banda por fin estaba completa. Fue un gran hito.



El title track que necesitábamos: Gémini


En la siguiente sesión comenzamos a trabajar en un nuevo demo. Era una idea suelta que tenía Gustavo, con algunos acordes. La verdad es que de canción no tenía mucho, era más bien un “noise”. Lo escuché, me quedé meditando en ese noise y me vino el flechazo de inspiración.


Le pedí a Gustavo que grabara esos riffs con el noise, como si fuera un sampling. Añadí un drum machine con una estética muy noventera, algo que sonara secuenciado en loop. A partir de ahí, ya sentía que algo grande se estaba gestando.



Le pedí a Barbara que agregara un bajo y comenzó a probar algunas notas. Ok, algo empezaba a crecer, ya se comenzaba a sentir como una canción. Le pedí el bajo por un momento, y sobre eso comencé a agregar algunos grooves, formé una estructura hasta que llegué al riff característico de esa nueva canción que estaba naciendo, Gémini.


Todo en el estudio se sentía mágico, parecía que estábamos creando algo que iba más allá de lo convencional.


Tomé el micrófono y empecé a grabar unos "nananeos" (melodía vocal cantando nanana), la melodía encajaba perfectamente, era una auténtica canalización. Todos estábamos alucinando en el estudio. Después, Gustavo añadió todo el interludio con una bajada de tempo y lo convirtió todo en algo más "noise". Cerramos con el verso/coro, acelerando el tempo nuevamente.


Habíamos logrado una victoria, teníamos un demo increíble.



En la siguiente sesión, Seba llegó con una segunda guitarra llena de armonías que complementó muy bien el riff noise que grabamos y Gustavo trajo la letra encajada arriba del “nananeo”.


Barbara empezó a grabar la voz y ahí llegó el momento más épico de todos. Habíamos creado un hit. Lo que eran acordes sueltos, ahora era una canción con actitud atómica.


Con Gémini ya estábamos al otro lado. Faltaban dos canciones más, que rápidamente terminamos en las siguientes sesiones. Quisiste Ver, que simplemente fluyó muy bien y la concluimos en una sesión, Bárbara escribió la letra. Y Catedral, que ya estaba lista, con Seba como vocalista, junto a Ale escribieron la letra y también se concluyó rápidamente.


Hasta aquí, habíamos avanzado bastante en la pre-producción. Llevamos estos tracks al estudio Agartha para grabar las baterías acústicas. En una jornada Ale hizo un gran trabajo con las 4 canciones, todo salió perfecto.


Las grabaciones finales de cuerdas y voces las hicimos en mi estudio, también me encargué de la mezcla y masterización.



Una nueva banda en la escena


Lanzamos Gémini como el primer single antes del EP oficial. Aunque al principio no tuvo mucha repercusión, con el paso de los días comenzó a ganar más y más streams en YouTube.



Cuando se lanzó el EP, todos los caminos se fueron abriendo. Poco a poco, Velódromo comenzó a ganar espacio y entró con fuerza en la escena. Empezaron a tocar en eventos importantes como el festival Santiago a Mil e incluso telonearon al grupo británico Swervedriver, unos clásicos del mundo post-rock/shoegaze noventero.



Además, participaron en una colaboración con la marca Converse, grabando una canción llamada Petra, que para esa ocasión produjo Edi Pistolas del grupo Pánico. Btw, en esa sesión de Converse tuvieron muy poco tiempo para poder terminar todo el proceso, asi que luego esta canción terminé de co-producirla, mezclarla y masterizarla yo.



Por si fuera poco, en 2016 la banda fue nominada como artista revelación en los premios Pulsar.


El EP abrió paso lentamente, incluso en un principio daba la sensación de “esto no pegó tanto”. Pero al pasar de los meses fue un éxito rotundo. Para mí, esto fue una prueba de que la disposición a mantenerse activo en shows, participar en eventos, entrevistas, publicar en redes sociales y finalmente, centrarse al máximo en la promoción, es probablemente el 80% que determina el verdadero éxito de un lanzamiento.


No basta con solo publicar el material y quedarse de brazos cruzados. La banda realmente se la jugó por entrar en el mundo, como dije en un principio, tenían un gran hambre de hacer que las cosas funcionaran.



Una avalancha emocional que se llevó todo


A finales de 2016 comenzamos a trabajar en lo que sería el primer álbum. Con todo el posicionamiento que habían logrado con un EP, pues ahora se venía el gran puntapié para entrar en las grandes ligas.


Grabamos muchas canciones nuevas, había un flow de inspiración enorme y estaban saliendo canciones mucho más pop, ultra emocionales, más catchy, esto era lo que nos llevaría a nuevas alturas.



Pero hubo un problema, a raíz de una campaña de difamación externa, la banda pasó por un desencuentro interno de ideas personales tan profundo que de la noche a la mañana se terminó dividiendo el proyecto sin vuelta atrás.


En ese caos, yo estaba en el medio, tratando de que las cosas mejoraran. Era cómico, de 16:00 a 17:00 atendía a una parte de la banda, y luego de 18:00 a 19:00 atendía a la otra parte de la banda. Entre ellos, simplemente no se podían ver a las caras.



La ruptura fue irreconciliable, empezó como una bola de nieve que se convirtió en una avalancha, arrasando con la amistad, el EP, el trabajo de posicionamiento, la fama, el nuevo álbum, la banda... todo. Todo el trabajo de los últimos 3 años, a la basura.


Después de eso, como si fuera la custodia de los hijos, las canciones del álbum se repartieron. Algunas las tomaron Barbara y Seba, y continuamos trabajando juntos. Hace un tiempo en 2023, ese material por fin se publicó, incluyendo cuatro canciones que originalmente pertenecían al álbum de Velódromo: Principiantes, Penita, Tecno y Nunca Siempre. Se sumaron más canciones que hicieron ellos y este álbum quedó muy bello, su nombre "Pequeño Duelo" creo que lo dice todo.



Por otro lado, Ale se desapareció, no quiso entrar en más problemas y, sinceramente, era comprensible. El estrés era demasiado. Nunca más supe de él, creo que dejó la música ¡Era muy buena onda! No se merecía nada de lo que ocurrió.


Gustavo, por su parte, comenzó un nuevo proyecto con su hermano Matías, y formaron Trasatlántica. También trabajamos en su EP durante la pandemia en 2021, un proyecto hermoso que disfrutamos mucho produciendo.



De estas dos vertientes salieron proyectos increíbles. Lo loco es que terminé involucrado en ambos haha. Y la conclusión es clara: los problemas entre humanos son solo disonancias del ego. En la música, en el arte, todos somos uno. Solo queda seguir creando.


Me alegra ver que, al menos, la mayoría ha seguido haciendo lo suyo. Todos han seguido superándose y creando cosas buenas.


Diez años después


Recordamos el lanzamiento del EP de Velódromo el 15 de abril de 2015. Creo que hoy, a duras penas, todos ellos han hecho las paces en sus corazones. No sé si son muy cercanos, pero la vida adulta, las vueltas de la vida y el paso del tiempo que no espera a nadie… hacen lo suyo. Muchas perspectivas de la vida que antes parecían gigantes, diez años después, son insignificantes.


Lo único que trasciende el tiempo, lo realmente importante y verdadero, es... EL ARTE.



Comments


  • alt.text.label.YouTube
  • alt.text.label.Instagram
  • Discord
  • Spotify

©2025 | YAGUAR label

bottom of page